Los inmigrantes que llegaron a la ciudad de Buenos Aires trajeron consigo sus costumbres e ideas políticas, pero también construyeron hospitales, escuelas, bibliotecas, templos, plazas, clubes, cementerios y teatros. Estos emprendedores tomaron como modelo los coliseos europeos de mayor prestigio, emplearon los mejores materiales traídos de Europa, también sus arquitectos, ingenieros, constructores y personal técnico. Las obras realizadas por esa legión de profesionales fueron de una belleza arquitectónica excepcional y además poseían diferentes estilos y lujos, que no eran menores a los de una gran ciudad europea. Desde 1783 hasta 1930, se establecieron ciento cincuenta y tres salas; es muy posible que Argentina sea el país que registre la mayor cantidad de teatros fundados en América del Sur. En el siglo XIX, la actividad teatral era portentosa y se presentaban compañías de lírica y dramáticas de nivel internacional. En el transcurso al siglo XX, muchas salas fueron transformadas en cine-teatro y otras fueron cerrando sus puertas por diversos motivos. Aunque muchos de los teatros históricos de la ciudad no hayan sobrevivido, es fundamental registrar documentos y testimonios de su existencia a fin de preservar nuestro patrimonio teatral.
$48.800,00
Los inmigrantes que llegaron a la ciudad de Buenos Aires trajeron consigo sus costumbres e ideas políticas, pero también construyeron hospitales, escuelas, bibliotecas, templos, plazas, clubes, cementerios y teatros. Estos emprendedores tomaron como modelo los coliseos europeos de mayor prestigio, emplearon los mejores materiales traídos de Europa, también sus arquitectos, ingenieros, constructores y personal técnico. Las obras realizadas por esa legión de profesionales fueron de una belleza arquitectónica excepcional y además poseían diferentes estilos y lujos, que no eran menores a los de una gran ciudad europea. Desde 1783 hasta 1930, se establecieron ciento cincuenta y tres salas; es muy posible que Argentina sea el país que registre la mayor cantidad de teatros fundados en América del Sur. En el siglo XIX, la actividad teatral era portentosa y se presentaban compañías de lírica y dramáticas de nivel internacional. En el transcurso al siglo XX, muchas salas fueron transformadas en cine-teatro y otras fueron cerrando sus puertas por diversos motivos. Aunque muchos de los teatros históricos de la ciudad no hayan sobrevivido, es fundamental registrar documentos y testimonios de su existencia a fin de preservar nuestro patrimonio teatral.