Teatro y poder político en el renacimiento italiano (1480-1542)

Entre la corte y la república


La hipótesis central del estudio es muy atrayente y queda ampliamente demostrada. Se trata de desvelar la dimensión política de la creación y del espectáculo teatrales en la civilización italiana del renacimiento, no tanto en lo que se refiere a los contenidos críticos y satíricos del drama o de la comedia, sino en lo que atañe al sentido que asume el teatro como herramienta de promoción del príncipe y de los poderosos. El teatro, pues, sería la forma moderna en la que se manifestó, del modo más intenso, un evergetismo vuelto a la vida. De allí que se impusiera a Nora la necesidad de concentrar su análisis en una corte clásica del Cinquecento, como por ejemplo la de los Este en Ferrara, y comparar luego las relaciones descubiertas o desmenuzadas con cuanto ocurría en la sociedad aristocrática, aunque muy republicana, de Venecia. Ariosto, en el primer caso, Ruzante, en el segundo, son los personajes cuyos avatares y obras permiten tejer el paragone, un paralelo que nos depara ciertas sorpresas respecto del juego entre las determinaciones y las libertades. Del prólogo de José Emilio Burucúa

Teatro y poder político en el renacimiento italiano de Norah Sforza

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Teatro y poder político en el renacimiento italiano (1480-1542)

Entre la corte y la república


La hipótesis central del estudio es muy atrayente y queda ampliamente demostrada. Se trata de desvelar la dimensión política de la creación y del espectáculo teatrales en la civilización italiana del renacimiento, no tanto en lo que se refiere a los contenidos críticos y satíricos del drama o de la comedia, sino en lo que atañe al sentido que asume el teatro como herramienta de promoción del príncipe y de los poderosos. El teatro, pues, sería la forma moderna en la que se manifestó, del modo más intenso, un evergetismo vuelto a la vida. De allí que se impusiera a Nora la necesidad de concentrar su análisis en una corte clásica del Cinquecento, como por ejemplo la de los Este en Ferrara, y comparar luego las relaciones descubiertas o desmenuzadas con cuanto ocurría en la sociedad aristocrática, aunque muy republicana, de Venecia. Ariosto, en el primer caso, Ruzante, en el segundo, son los personajes cuyos avatares y obras permiten tejer el paragone, un paralelo que nos depara ciertas sorpresas respecto del juego entre las determinaciones y las libertades. Del prólogo de José Emilio Burucúa

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