«Un día pariré centauros» decía Nietzsche de esa obsesión suya por hacer crecer a la vez en su cabeza lo artístico y lo filosófico. Una capacidad rara. Más rara todavía si en esos dos soportes tan diferentes -y tan complementarios, clarose aúna, además, un mismo, preciso, universo. Este es un libro centauro. El cosmos precioso y singular del teatro de provincia en un ensayo luminoso y comprometido. Sus actores, sus almas, encarnando, poniendo en carne literalmente, a ese mismo universo, en dramaturgia conmovedora y vital. Juntar en un mismo tomo dos organismos dispares y mostrar el prodigio de verlos funcionar en metabolismo perfecto. Si hiciera falta demostrar el portento intelectual de la figura -querida y admirada- de Jorge Ricci, este libro sería la prueba irrefutable.
Texto dramático: Actores de provincia.
«Un día pariré centauros» decía Nietzsche de esa obsesión suya por hacer crecer a la vez en su cabeza lo artístico y lo filosófico. Una capacidad rara. Más rara todavía si en esos dos soportes tan diferentes -y tan complementarios, clarose aúna, además, un mismo, preciso, universo. Este es un libro centauro. El cosmos precioso y singular del teatro de provincia en un ensayo luminoso y comprometido. Sus actores, sus almas, encarnando, poniendo en carne literalmente, a ese mismo universo, en dramaturgia conmovedora y vital. Juntar en un mismo tomo dos organismos dispares y mostrar el prodigio de verlos funcionar en metabolismo perfecto. Si hiciera falta demostrar el portento intelectual de la figura -querida y admirada- de Jorge Ricci, este libro sería la prueba irrefutable.
Texto dramático: Actores de provincia.