Una profesora de Ciencias Naturales le declara su amor a una pupila embalsamada. Al borde de un río en Santiago del Estero, padre, hija y un Fiat que no enciende se enredan a través del lenguaje entre los pliegues de una memoria borrosa. Destellos de casas visitadas y de momentos sin casa. Un niño y una joven adoptan un mamífero en un bosque desconocido. A través de las cuatro piezas que componen Hacer un fuego, Eugenia Pérez Tomas genera una dramaturgia de imantación y cataclismo: árida, neblinosa y nuclear, que afronta el espacio en su dimensión mítica, como quien visita una ruina ancestral.
Una profesora de Ciencias Naturales le declara su amor a una pupila embalsamada. Al borde de un río en Santiago del Estero, padre, hija y un Fiat que no enciende se enredan a través del lenguaje entre los pliegues de una memoria borrosa. Destellos de casas visitadas y de momentos sin casa. Un niño y una joven adoptan un mamífero en un bosque desconocido. A través de las cuatro piezas que componen Hacer un fuego, Eugenia Pérez Tomas genera una dramaturgia de imantación y cataclismo: árida, neblinosa y nuclear, que afronta el espacio en su dimensión mítica, como quien visita una ruina ancestral.