Henrik Ibsen nació el 20 de marzo de 1828 en Skien, al sur de Cristianía, llamada hoy con su nombre más antiguo: Oslo. Alternó sus residencias en Noruega -su patria-, Alemania, Italia, y desde 1892 ya no se movió de Cristianía, donde murió en 1906. Hasta el final de su vida Ibsen marcó las llagas morales de su pueblo y de la humanidad, sin hacer caso de las voces contrarias. Desenmascaró a sus adversarios en Un enemigo del pueblo (1883); planteó la lucha entre la verdad y la mentira en El pato silvestre (1884), y la de los valores ciertos o aparentes en Casa de muñecas (1879); determinó las causas del tormento fisiológico y espiritual en Espectros (1881); en Hedda Gabler (1890) buceó en el abismo del alma femenina como foco de un problema general; debatió en La dama de! mar (1888) el determinismo y el libre albedrío, formulando sugestiones novísimas, y deslumbró con fa imaginación envolvente de Peer Gynt (1867), donde resuenan los ecos de las fantásticas leyendas nórdicas.

La dama del mar de Henrik Ibsen

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Henrik Ibsen nació el 20 de marzo de 1828 en Skien, al sur de Cristianía, llamada hoy con su nombre más antiguo: Oslo. Alternó sus residencias en Noruega -su patria-, Alemania, Italia, y desde 1892 ya no se movió de Cristianía, donde murió en 1906. Hasta el final de su vida Ibsen marcó las llagas morales de su pueblo y de la humanidad, sin hacer caso de las voces contrarias. Desenmascaró a sus adversarios en Un enemigo del pueblo (1883); planteó la lucha entre la verdad y la mentira en El pato silvestre (1884), y la de los valores ciertos o aparentes en Casa de muñecas (1879); determinó las causas del tormento fisiológico y espiritual en Espectros (1881); en Hedda Gabler (1890) buceó en el abismo del alma femenina como foco de un problema general; debatió en La dama de! mar (1888) el determinismo y el libre albedrío, formulando sugestiones novísimas, y deslumbró con fa imaginación envolvente de Peer Gynt (1867), donde resuenan los ecos de las fantásticas leyendas nórdicas.

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