Juegos para actores y no actores se inscribe en el movimiento teatral creado por Augusto Boal conocido como Teatro del Oprimido. Una corriente nacida en la década de los cincuenta en Brasil, en el seno de una renovación cultural generalizada que se desarrolla en torno a un principio esencial: la práctica del arte escénico como una actividad dedicada a la mejora efectiva de la vida de los grupos sociales menos favorecidos. Se trata ante todo de facilitar el reconocimiento de la naturaleza de las opresiones, para poderlas combatir. El Teatro del Oprimido, corolario de la filosofía del reencuentro entre teatro y sociedad que Augusto Boal ha gestado, requiere para su práctica de un conjunto de ejercicios, más de cuatrocientos, recogidos en Juegos para actores y no actores y dirigidos tanto a actores profesionales como a aficionados. Más allá de sus orígenes teatrales, Juegos para actores y no actores se ha impuesto en todo el mundo como un texto fundamental en diversas actividades humanísticas: psicología, psicoterapia, arte, educación, trabajo social y trabajo político.
"Boal ha conseguido lo que Brecht soñó: crear un teatro útil que resulte entretenido, divertido e instructivo. Es una clase diferente de teatro, una especie de terapia social -centra la mente, relaja el espíritu y proporciona a las personas una nueva perspectiva para su propia situación." Richard Schechner
Juegos para actores y no actores se inscribe en el movimiento teatral creado por Augusto Boal conocido como Teatro del Oprimido. Una corriente nacida en la década de los cincuenta en Brasil, en el seno de una renovación cultural generalizada que se desarrolla en torno a un principio esencial: la práctica del arte escénico como una actividad dedicada a la mejora efectiva de la vida de los grupos sociales menos favorecidos. Se trata ante todo de facilitar el reconocimiento de la naturaleza de las opresiones, para poderlas combatir. El Teatro del Oprimido, corolario de la filosofía del reencuentro entre teatro y sociedad que Augusto Boal ha gestado, requiere para su práctica de un conjunto de ejercicios, más de cuatrocientos, recogidos en Juegos para actores y no actores y dirigidos tanto a actores profesionales como a aficionados. Más allá de sus orígenes teatrales, Juegos para actores y no actores se ha impuesto en todo el mundo como un texto fundamental en diversas actividades humanísticas: psicología, psicoterapia, arte, educación, trabajo social y trabajo político.
"Boal ha conseguido lo que Brecht soñó: crear un teatro útil que resulte entretenido, divertido e instructivo. Es una clase diferente de teatro, una especie de terapia social -centra la mente, relaja el espíritu y proporciona a las personas una nueva perspectiva para su propia situación." Richard Schechner