Los libros de Raúl Serrano recorren el mundo de la teatralidad como raíces en tierra fértil. Son los actores y actrices, los docentes de teatro con la lectura desde sus propias yemas y la consecuente puesta en practica de sus escritos, quienes hacen florecer y dar nuevos frutos a ese conjunto de ideas basadas en el estudio reflexivo y comparado que se conjuga con la experiencia permanente entre la producción de lenguaje, la construcción de sentido y conocimiento, mas lo que genera el autor en sus clases de actuación y formación en el oficio teatral.
Raúl es el primer critico de lo que produce y su propio acecho provoca en el un big bang cognitivo que deviene luego en nuevos conceptos para el universo del teatro y por añadidura para el acopio y la apertura de los estudios teatrales. Algunas de estas concepciones creadas por Serrano, están arraigadas en la jerga académica del universo del teatro (tanto en la pedagogía teatral como en la producción espectacular) que forman parte de nuestro capital referencial.
Seguramente este material siembra desde aquí, el interés de querer saber mas sobra la categorización de los dominios de la actuación que todos anhelamos para uno mismo, y es por medio de este recorrido histórico, teórico que nos invita y provoca a conocer su propuesta. A diferencia de sus investigaciones en solitario y de sus trabajos en equipo, esta vez la propuesta se inicia desde su propia voz en vivo y en directo, ante un auditorio expectante de escucharlo. Y es justamente desde ahí, de ese abismo vertiginoso que se produce ante la presencia de un publico desconocido, que Raúl recupera su esencia de actor y hace gala de su bagaje de maestro, para combinar nuevas estructuras del pensamiento en el quehacer teatral, específicamente, para la materia prima del teatro: los actores y actrices.
Riguroso de su trabajo, esta vez partió de si mismo, escuchándose desde otro lugar para volverse a desafiar como rebelde que es. Provocando en todos los que hacemos y pregonamos. Teatro, un camino concreto para actuar mejor, desde una perspectiva clara, precisa. Es hacer de la actuación un hecho vivo, significante, inquietante y singular, a favor de los dispositivos y estamentos que el teatro actual, requiere considerar como esenciales.
Los libros de Raúl Serrano recorren el mundo de la teatralidad como raíces en tierra fértil. Son los actores y actrices, los docentes de teatro con la lectura desde sus propias yemas y la consecuente puesta en practica de sus escritos, quienes hacen florecer y dar nuevos frutos a ese conjunto de ideas basadas en el estudio reflexivo y comparado que se conjuga con la experiencia permanente entre la producción de lenguaje, la construcción de sentido y conocimiento, mas lo que genera el autor en sus clases de actuación y formación en el oficio teatral.
Raúl es el primer critico de lo que produce y su propio acecho provoca en el un big bang cognitivo que deviene luego en nuevos conceptos para el universo del teatro y por añadidura para el acopio y la apertura de los estudios teatrales. Algunas de estas concepciones creadas por Serrano, están arraigadas en la jerga académica del universo del teatro (tanto en la pedagogía teatral como en la producción espectacular) que forman parte de nuestro capital referencial.
Seguramente este material siembra desde aquí, el interés de querer saber mas sobra la categorización de los dominios de la actuación que todos anhelamos para uno mismo, y es por medio de este recorrido histórico, teórico que nos invita y provoca a conocer su propuesta. A diferencia de sus investigaciones en solitario y de sus trabajos en equipo, esta vez la propuesta se inicia desde su propia voz en vivo y en directo, ante un auditorio expectante de escucharlo. Y es justamente desde ahí, de ese abismo vertiginoso que se produce ante la presencia de un publico desconocido, que Raúl recupera su esencia de actor y hace gala de su bagaje de maestro, para combinar nuevas estructuras del pensamiento en el quehacer teatral, específicamente, para la materia prima del teatro: los actores y actrices.
Riguroso de su trabajo, esta vez partió de si mismo, escuchándose desde otro lugar para volverse a desafiar como rebelde que es. Provocando en todos los que hacemos y pregonamos. Teatro, un camino concreto para actuar mejor, desde una perspectiva clara, precisa. Es hacer de la actuación un hecho vivo, significante, inquietante y singular, a favor de los dispositivos y estamentos que el teatro actual, requiere considerar como esenciales.